Día 22 de abril de 2012.
06:00 h. en la estación de Molins de Rei. Pronóstico: Muy cubierto con riesgo de chubascos.
Estábamos el Josep A - Marcos A - Carles B - Joan G - Enrique G - Marti C - Joan Q.
Empezábamos bien el día. Tocaba correr. Resulta que estábamos en una anden esperando el tren y se presentó por otro. Carrerón de buena mañana para cambiar de andén. Sin más problemas hasta Hospitalet de LL. donde hicimos el cambio de tren; y ya directos hasta Ripoll, recogiendo en Parets del Vallés al Josep C. y al Jordi. En total fuímos 9 los participantes.
Llegamos a Ripoll puntualmente a las 8:59 h. Cabe decir que ya íbamos preparados para desayunar bien durante el trayecto. Y nada más bajar, empezamos a pedalear en dirección a Sant Joan de les Abadesses, a donde llegamos en un periquete. Eso sí, haciendo unos cuántos una parada para tomar un café rápido en una gasolinera, que nos encontramos al inicio de la ruta.
Una vez en Sant Joan buscamos el enlace con la GI-521 que nos debía llevar al Coll de Santigosa y desde allí a Olot. Aproximadamente fueron 7 km de subida a muy buen ritmo con la correspondiente parada de rigor una vez arriba para reagruparnos, evacuar líquidos, hacer fotos... Después tocó la no menos alucinante bajada por asfalto hasta Olot a velocidades de vértigo, donde encontramos sin ninguna dificultad el inicio de la vía verde -que en su práctica totalidad podemos decir que está muy bien señalizada-.
A excepción de la muy pequeña, mínima, imperceptible ascensión al Coll d'en Bas (aunque algunos creían que era un puerto de categoría especial) y de algunas zonas muy transitadas (era domingo), pudimos rodar a un ritmo buenísimo, con velocidades de "crucero" de entre 33-37 km/h. Y llegando en tramos a rodar hasta 45 km/h.
Siguiendo con las correspondientes paradas puntuales para "reagrupamiento", beber un poco, seguir "evacuando", alguna foto, etc... llegamos hasta Bescanó, donde decidimos parar a comer en una restaurante que tenía acondicionado un "aparcabicis" y que además teníamos controlado desde la mesa.
En el enlace de Girona nos liamos un poco y hasta Quart no conseguimos retomar la vía verde (el lío nos lo buscamos nosotros por no seguir la ruta). La verdad es que circular esos 10/12 km. por carretera después de comer y con la circulación que había, nos quitó de golpe todas las tonterias que te pueden entrar después de una comida y de llevar en las piernas aproximadamente 90 km.
Así que de nuevo enchufados y a seguir la ruta. A partir de aquí, tal vez la ruta no fué tan atractiva, pero eso no le quitaba encanto, ya que no fué en modo alguno tampoco aburrida. Después de un par o tres de paradas de reagrupamiento y pasar un "gran puerto de montaña" (según algunos, je, je, je...) que bautizamos como los eucaliptos, pasamos Cassà y Llagostera; y ya acercándonos a Santa Cristina de Aro y Sant Feliu, nos recreamos un poco a modo de paseo entre ji - jis y ja - jas de todos.
Destacar sobretodo y por encima de todo la llegada del Martí a Sant Feliu de Guixols. Todo un espectáculo. Nos faltó quitarle el sillín y dejarle la tija sola, para ver si todo se le volvía a poner en su sitio.
En fín, salieron 134 km. acabando todos satifechos del día y deseando encontrar más ocasiones para repetir otras salidas especiales que no sean las típicas de los domingos, las nocturnas intersemanales o las especiales de algunos viernes por las tardes o sábados por las mañanas.
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| Y la foto de rigor en Parets del Vallés, para dejar al Josep y al Jordi. |
