Pruebo por primera vez una 29”
durante dos días.
Para empezar, debo decir que
estoy acostumbrado a la Stumpjumper a la que considero muy juguetona; y como
segunda bicicleta tengo una hardrock (sin suspensión trasera).
Los amigos de AM BIKES me han
dejado una Orbea Alma de 29”, muy cómoda para los que disfrutan de salidas
digamos “menos radicales” y que no están acostumbrados a una doble, porque no
veas como te queda el culo….
Si analizamos punto por punto las
sensaciones, esta es mi opinión:
La posición en la bicicleta te da
una sensación de dominio superior rodando por caminos y pistas comunes. Al
sentirte más alto, te da la sensación de mas “poder” sobre la bicicleta. En
subida tal vez te da la sensación de que has de pedalear algo más, pero creo
que es imperceptible la sensación; y
rodando en llano y queriendo poner un ritmo lo más alto posible, tal vez le
falte al plato grande uno o dos dientes mas -he de decir que la bicicleta
prestada llevaba solo dos platos. No me preguntéis de cuantos dientes, porque
no lo recuerdo. Aunque sí he de decir, que la Stumpjumper es de tres platos y 9
piñones; con lo cual, no solo tenía que calibrar las sensaciones del cambio de
diámetro en las ruedas; si no también del juego de piñones y platos de que
disponía en esta nueva configuración-.
Probando el descenso por caminos
revirados y estrechos hay que decir que es una pasada (aunque el culo me quedó
bastante dolorido) porque se lo traga todo. Y lo que no se traga, se lo haces
tragar tú sobre la bicicleta. Aunque tal vez y debido a la falta de costumbre,
al ir mas alto te da la sensación de que la hostia será más grande. También
influye la mayor velocidad que le puedes imprimir en un más corto periodo de
tiempo. Aunque es de valorar mucho la sensación de llevar más… digamos cuadro
de bici, que te aporta un plus de seguridad superior a una de 26 pulgadas.
Probando trialeras con la bici de
29 es cuando he notado mayor equilibrio entre sensaciones positivas y
sensaciones negativas. Como positivo remarcar esa seguridad que te aporta. Pero
en su contra, esa mayor dimensión te resta maniobrabilidad. Te hace sentir
mucho mas tieso sobre la bicicleta y te cuesta mucho mas hacer que se retuerza
y vire.
Resumiendo y aunque ya me lo
imaginaba, las sensaciones han sido mejor de lo que me esperaba. Aunque algo
menos juguetona que una de 26, la de 29 pulgadas hace que te creas mejor de lo
que eres como biker. Incluso en salidas largas de 80 / 100 km. Ya que te
permite rodar a un ritmo muy superior.
Si sacrificamos un poco hacer “el
cabra”, para disfrutar de las típicas salidas con amigos y hacer un poco de
todo y pasar el día (que es de lo que se trata)…
Seguro que mi próxima bicicleta
será de 29 pulgadas.