ERMITA DE SANT RAMON

Este martes a las 19:00 h.... ¿ Que hacemos ? Esto, lo otro... Pués nada, a ver que sale.

Nos encontramos Marcos A - Josep A - Carles B - Joan Q. 

Ahora siempre nos vemos en el "centro comercial" del Martí. (Que dan ganas de quedarte a tomar una cervecita y poner la bici a la venta).

A alguien se le ocurre decir ¡ Vamos a la Ermita de Sant Ramón ! Y claro, como el otro día subimos a Sant Antonio.... pués nada, hoy a Sant Ramón. Lo mejor de todo es que sin GPS, sin plano.... " a huevo". Ya lo encontraremos. Jo, si lo encontramos. Salieron 45 km. Pero vaya último km. 

Empezamos a rodar por el rio para cruzarlo a la altura de Sant Boi. Subimos por la otra ribera y siguiendo los indicadores de la ermita, llegamos a la colonia Guell. Allí sí que tuvimos que preguntar; pero nada del otro mundo. A seguir las marcas de la Anilla de Sant Boi que nos llevaría hacía allí sin pérdida.  Eso sí, preguntando (Carles B. siempre pregunta, muy prudente él) nos avisaron que era duro, muy duro, durísimo.... con una subida que da miedo... Gracias, gracias... -constestamos nosotros-. Je, je... este tio no nos conoce. Si supiera por donde nos metemos... A esas que seguimos subiendo y nada, si son aprox 291 metros de altura. Tal como nos acercábamos íbamos diciendo: estas son las rampas a las que se refiere aquel tipo.... ji ,ji... ja, ja...

Hostia cuándo coronamos el último "turonet" antes de plantarnos delante de la subida a Sant Ramón. ¡ IMPRESIONANTE ! La imagen es brutal. Se ve toda la cara de la montaña con la ermita arriba y una línea marrón que sube totalmente en vertical hacia la cumbre. No pudimos escoger peor ascenso para llegar arriba. Ni "La Pared" de Sant Feliu, ni "La Pared-2" de Sant Bartomeu se podían comparar a esa rampa. Podríamos catalogarla de "Puigmadrona" con el doble de polvo y piedras y.... echémosle unos cuántos grados de inclinación más. En 700 metros se supera un desnivel de 155 metros.

Sabemos que no se aprecian bien nunca en las fotografías, pero tenía coj. la rampa

Esta última imagen es significativa. El consuelo: estamos entrenando para el Puigmal. Je, je, je...

Las vistas impresionantes.

Como conclusión podemos decir que ha merecido la pena subir hasta aquí, tan solo por las vistas que nos ofrece. Muy recomendable para quién no lo conozca. Incluidas las rampas.